LÚGANO





El lúgano, (Spinus spinus) es un ave de la familia de los fringílidos. Es muy común por toda Europa y Asia, se le encuentra en zonas boscosas, tanto de coníferas como en bosques mixtos, donde se alimenta de semillas de todo tipo, especialmente de alisos y coníferas.

Es un pájaro pequeño de plumaje pardo-amarillento, diferenciable de otros fringílidos parecidos por su patrón de colores: alas negras, obispillo amarillo y flancos listados. Macho y hembra son diferentes. El macho tiene parte de la cabeza negra y la hembra tiene un aspecto más listado y de color más verdusco. Es una especie muy confiada, sociable y activa. Por esto, por su aspecto y por su canto se la aprecia y se cría en cautividad.
Es un pájaro muy activo e inquieto. Muy social, forma grupos especialmente en otoño e invierno que suelen ser bastante pequeños y muy cohesionados, aunque pueden ser muy grandes. También en ocasiones se mezcla en grupos mixtos con otros fringílidos. Con respecto al ser humano resulta bastante confiado, pudiéndosele observar a poca distancia.




En la época de cría es mucho más tímido, solitario y difícil de ver; sobre la base de esto existe una leyenda alemana que dice que los lúganos guardan una piedra mágica en su nido que les convierte en invisibles.

Es una de las pocas especies de aves en las que se ha descrito el llamado “allofeeding”, comportamiento que se basa en el que los subordinados (del mismo sexo) regurgitan comida a los líderes dominantes del grupo; lo que contribuye a una gran cohesión en los grupos e implica una estructura jerárquica muy fuerte.
Como muchos otros fringílidos, es valorado por el silvestrismo como especie doméstica por su canto y aspecto. Se adapta bastante bien a la cautividad, aunque su reproducción en cautividad no es especialmente fácil. Puede vivir entre los 11 y los 14 años, en fuerte contraste con los 2 o 3 años que se estima vive en libertad.




Se le hibrida con algunos otros fringílidos (como por ejemplo el canario), dando lugar a especímenes intermedios. Los procesos de hibridación también ocurren en la naturaleza sin intervención humana. El Lúgano es un pájaro que se acopla bien a la jaula de metro o de 60cm.
Podría ocurrir que los dos miembros de la pareja no se lleven bien al principio, pero por lo general, en el caso de los Lúganos, las disputas no son muy intensas, en pocos días suelen superarlas y poco a poco van acercándose más, se van dando el pico,  cada vez más juntos y, si al principio cada uno dormía en un extremo del posadero, al poco tiempo acaban juntos. Los Lúganos son muy sociables y las riñas suelen acabar pronto. Si pasado un tiempo siguiesen las peleas, romperemos la pareja, porque por lo general la gran mayoría de esas parejas que riñen no llegan a criar. La cría con luz natural normalmente empieza a final de abril y, sobre todo, en mayo, y se extiende hasta mitad de julio.
Pero la señal inequívoca de que las cosas andan por buen camino en la formación de la pareja es ver al macho alimentando a la hembra con asiduidad. También será indicio de que el momento ha llegado, observar cómo el macho se pasa mucho tiempo cantando sin parar y realizando vuelos acrobáticos muy continuados, con alas abiertas y caídas y la cola abierta, detrás de la hembra, unas veces, y otras veces observando desde el posadero cómo la hembra construye el nido.
En este periodo de tiempo hacen dos puestas, con la consiguiente crianza de los pollos y a partir de ahí, empiezan la muda y el descanso del largo invierno. Suelen poner de 4 a 6 huevos, pero lo normal son 5, de color azulado, con manchas rojizas. A los 12 días, eclosionan y salen unos diminutos pollos de unos 2cm, que a los 14 o 15 días saltan del nido.




Entre los 15 y 20 días siguientes, la hembra empieza a preparar otra nidada y es a partir de ahí cuando el padre toma el protagonismo de la última parte de la cría de los pollos, hasta que aprenden a comer por su cuenta, más o menos a los 25 días. Es bueno poner dos nidos y si es posible, uno interior y otro exterior, porque muchas veces no les gusta el que le ponemos y así le damos a la hembra la oportunidad de elegir el que mejor le convenga. Si sólo tiene uno y los pollos aún no han saltado y la hembra quiere poner, los tirará del nido e incluso puede llegar a matarlos. Pero esto es poco frecuente en el caso de los Lúganos, ya que son padres muy amantes de su descendencia.

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